13 agosto 2015

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Llegué a mi edificio, empapado. Decidí esta vez ir por la escaleras; odio el olor a cartón mojado del ascensor cuando llueve. Prendí la poca luz que pusieron en los descansos y pareciera como si hubiesen comprado esos focos en una tienda vintage para decorar alguna fiesta hipster. Llegué al cuarto piso y no pude mas. Tomé el ascensor y subí lentamente hasta el noveno, aguantando la respiración para que no me de asco el olor, viendo como pasaban en cámara lenta los números semi pintados en todos los pisos. El tiempo a veces no suele pasar rápido. Había fumado casi dos atados en toda la noche.

La lluvia acompañaba el silencio atroz que invadía el cuarto frío pero con tonos amarillentos. El vacío, que se sentía en todas partes. La reflexión, que se mostraba en cada una de las pitadas que nerviosamente fumaba al escuchar, ademas de las gotas rebotando sobre el techo de chapa, una melancólica canción francesa en la radio local.
Algo raro sucedía. No era muy normal ni lo de la canción en la radio ni que piense tanto en algo tan simple y sencillo. El tema terminó, dejando en la radio un ruido espantoso, aturdidor; ya no habia mas señal. Y ahí, segundos después de que pierda la noción del tiempo y espacio me lo dijo. Todo había terminado en una no predecible y triste escena.

Nos conocimos en una simple y vulgar red social. Aún parece raro, en estos tiempos, sorprenderse por este tipo de cosas. En esta época y en las que siguen la mayoría de la gente va a empezar las relaciones así, con un simple lenguaje y un emoticón que va reemplazando nuestras caras al hablar.
Hablamos un par de días, preguntándonos cosas básicas sobre cada uno, intercambiando gustos musicales y también recomendándonos varios directores de cine.
 - Algo básico para arrancar: si no te gusta Xavier Dolan prefiero que nos eliminemos acá.

No estábamos seguros uno del otro, aunque pasados unos meses ya logramos tener una confianza pura. Había algo muy fuerte e invisible que no queríamos ni hablar. Seguramente era por el miedo que teníamos a que hacerlo visible se perdiera y se vuelva nada.

No pudimos aguantar. Estábamos presionados a lo que pasaba cuando las pieles se rozaban mas de lo normal, pero también nos pesaba mucho el hecho de arruinarlo todo, de arruinarnos.
Hablamos, a oscuras. Sabíamos lo que se venía y decidimos apagar la luz porque esta era muy fuerte y nos iba a hacer callar algunas palabras. Inexplicablemente no fumamos por dos horas. Tratábamos de encontrarle sentido a algo tan simple como una relación. Nos dejamos llevar. Y por eso así (no) estamos.

Después de un intenso mes me encontré ahí, en su habitación, sin poder hablar ni decir nada. Con el ruido a lluvia de la radio y una gran humareda por todo el tabaco que necesitaba fumar para tapar la decepción que me había causado una vulgar y simple frase como "me confundí, perdón". El humo siempre tapa todo.

24 junio 2015

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los domingos son días muertos
en donde la nada te acompaña
en donde los contrastes van variando
donde la risa se apaga

no se si me acostumbre
o tal vez siempre fue así
esta nostalgia rara de otoño
y otra vez el mismo abril

las horas nunca pasan
el cielo inmóvil está
tengo frió y mucho sueño
pero prefiero quedarme acá

que transformes este otoño
en un fría primavera
los solsticios seran otros
no lloraras calaveras

que me centres la mirada
porque al fin llegaste hoy
que en el aire haya humo
que este vez quieras ser vos

que miremos la ventana
contemplando el horizonte
que se prendan lucesitas
que nada ya se distinga

y ademas de la ventana
miremos nosotros mismos
que tenemos que nos falta
y como será mañana.

08 junio 2015

/loop/

- Veo de nuevo todo como planos... planos secuencia de alguna película que... que pasarían en ese canal... como se llama?- preguntó lentamente. Sabia la repuesta pero no podía decirla. Su mente se bloqueaba una y otra vez.
- I-sat?- respondió la persona que tenia acostada al lado, la cual no paraba de fumar.
- Si, ese. I-sat. El mismo en el que pasaban películas eróticas donde no mostraban nada excepto una teta. - recordó.
- Por algo fue que salimos así, no?.
  Se quedaron un rato en silencio profundo pero para nada incomodo. Sus silencios a esa altura de la noche eran mas reflexivos.
- Si.. todo.. todo es como uno de esos cortos independientes que seguramente no ganaron nada y que por eso le gustan a "la chica rara del salón". De esos que pasan en festivales... de esos únicos que no están en youtube. Mira, miranos... - se reincorporo, sentándose en el borde de la cama. Se prendió un cigarrillo y continuó - esas luces de navidad, amarillentas, que se prenden y se apagan muy lentamente... que se prenden y se apagan al ritmo de esta música que parece de un soundtrack dramático. Mirate a vos, tirado en esa cama, dejando consumir tu tabaco en ese cenicero que tiene otros 20 mas. Mirame, mirame pensativo, analizando todo. ¿Vos también nos sentís?
  Observaron lentamente cada rincón de ese pequeño cuarto por unos segundos. La música seguía, de fondo, transformando todo a la perfección.
  Quien estaba acostado se paró y empezó a buscar en una gran biblioteca iluminando con la luz de su celular. Bajó con dos libros. Se sentó de nuevo a su lado, lo abrazó por la derecha y comenzó a leer un fragmento del mas viejo. Por un rato largo solo se escucho una voz grave y el ruido del cambio de hoja cada tanto. La música parecía apagarse lentamente, como dejando importancia solo al relato. Las luces seguían su curso normal. Y mirando al techo solo podía sonreír.
- Veo de nuevo todo como planos, como planos secuencia de alguna película... pero ahora es así, asi como en un loop... como el ciclo vital mismo. Una y otra vez.

01 marzo 2015

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duermo abrazándote
eso me tranquiliza
y no te imaginas cuanto
bien me hacen tus caricias
en este viaje campo adentro
una estampida de luciérnagas, nos atrapan
y ya me siento mejor, mucho mejor
se hizo tarde, es hora de que vuelvas a casa

02 febrero 2015

solución

Eran los mismos olores.
Eran los mismos silencios.
Era la misma canción.
Era la misma situación.

Todo parecía girar en una rueda sin fin. Me preguntaba, un poco borracho (como de costumbre), ¿como hacer para parar este infierno constante? ¿como terminar finalmente con esta cadena de momentos tan predecibles?.
Poner un palo en la rueda significo una catástrofe alguna vez que lo intenté; significo parar para arreglar todo una vez mas y volver a empezar. Pero, ¿quedaba alguna otra opción?

Esa noche hacia calor, mas de lo común. Me subí al bondi y me senté en el ultimo asiento. Puse una radio, y mágicamente estaba escuchando esa canción que cantábamos tan a los gritos siempre que el whisky nos pegaba un poco mal.
Optamos por encontrarnos lejos de todo, sabiendo y no sabiendo lo que iba a pasar. Después de media hora, llegué.

Destapamos una, dos, tres, mil cervezas. Escuchamos sus tres discos preferidos del momento. Miramos videos en youtube. Me contó sobre su trabajo. Sobre su viaje.
Y yo, yo le conté historias que me contaron.

Y en el momento menos pensado todas las preguntas se borran y ocurre la magia. En el momento menos pensado te ves ahí, feliz, disfrutando de lo que pasa. Sonriendo, fumando, compartiendo. Sintiendo.
Esa era la otra opción: volver a sentir.

Todo se paro, todo se resolvió. Ya no eras sufrimiento; te convertiste en superación. Nunca se trató de frenar. Siempre se trato de seguir, seguir, seguir y seguir hasta confirmar que para mi ya no eras un problema.
Ahora sos la solución.

08 enero 2015

viaje

Era uno de esos viajes en los que no llevas auriculares. Era de unos de esos viajes para pensar.
No sabia porque lo estaba haciendo. No sabia porque estaba escapando de lo que tanto había deseado por meses. Pensaba y reflexionaba mientras veía también, dentro de ese micro, personas como yo con otro tipo de vida pero con mi misma cara de preocupación.

Los impulsos humanos son tan incomprensibles... el inconsciente trabaja todo el tiempo y en un momento todo cae y encaja.

Las historias se repiten, con diferente cronología y tal vez de diferente manera, pero al fin, se repiten. Parece casi como si estuviera determinado a elegir siempre lo mismo. El mismo cuento vulgar de siempre: confundirse, caer y sufrir.

Y si, te lo pueden decir todo el tiempo, que no, que no te conviene, que ya pasaste por eso. Pero, ¿que vas a hacer? Hay que arriesgarse a todo e ir por todo, y si no sale, bueno, por lo menos lo intentaste. Porque por ahí, quien te dice, en una de esas la pegas y encontras lo que buscaste toda tu vida.