Tantas veces lo soñe; despierto o dormido, sueño al fin. ¿Pero que son los sueños? Los sueños son deseos, son ideales. Son las cosas que uno quiere cumplir, y que si se cumplieran, nos harian tan felices. Los sueños se cumplen, si. Pero si los sueños nos llevan a la felicidad, ¿lo que buscamos constantemente es eso? Nos ponemos mal si esos sueños no se cumplen, si lo que queremos no se lleva a cabo. Nos ponemos mas si no alcanzamos la felicidad que tanto deseamos tener.
Siempre estamos buscando eso que nos falta para ser felices, ese amor, esa amistad, ese sueño por cumplir. La felicidad son momentos concretos y es la búsqueda constante de la felicidad la que nos mantiene vivos. Siempre está “ese algo que falta” Si vivimos amargados buscando eso que falta vamos a estar siempre viviendo la fiesta desde afuera , golpeando las puertas del cielo. Vivimos buscando eso que no existe. La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar, esa amargura nos hace perdernos la fiesta, la fiesta de estar vivos!
Basta de vivir así ! ¿Saben cuál es el problema? El problema es la obsesión que tienen con la felicidad. ¿Por qué no se dejan de corchar con la felicidad? Todos, absolutamente todos están dele que te dele buscando la felicidad ¿Y qué es lo único que encuentran? Amargura. ¿Por qué? Porque esa felicidad que tan obsesionados están buscando es lo que los está torturando en verdad. Viven amargados buscando ese algo que les falta, ese algo que no tienen, ese algo que de tenerlo los haría más felices. Viven en las mismísimas puertas del cielo, siempre ahí a punto de entrar, a punto de llegar, a punto de conseguir esos cinco que faltan para el peso. Siempre ahí apunto de...golpeando las puertas del cielo, tratando de recuperar ese paraíso perdido, queriendo siempre llegar a la felicidad.
Vivimos en las puertas del paraíso y créanme, que si cruzan esa puerta todo se termina. Porque esa felicidad, supuesta, ese cielo, ese paraíso, es que nada falte ¿pero qué pasa? Siempre falta algo. Y está muy bien que sea así, porque eso que nos falta es lo que nos mantiene vivos. La felicidad no es tenerlo todo, la felicidad son esos momentos lindos, fugaces, esos chubasquitos de éxtasis que ocurren muy de cuando en cuando, mientras uno sigue buscando ese algo que falta. Amigos míos, si vivimos siempre amargados buscando eso que nos falta vamos a estar siempre ante las puertas del cielo, siempre mirando la fiesta desde afuera.
La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar. Esa amargura nos hace perder de la fiesta, de la fiesta de estar vivos. Asi que, deja de pensar tanto en la felicidad y el paraíso, mejor sumate a la fiesta que está buena.
Siempre estamos buscando eso que nos falta para ser felices, ese amor, esa amistad, ese sueño por cumplir. La felicidad son momentos concretos y es la búsqueda constante de la felicidad la que nos mantiene vivos. Siempre está “ese algo que falta” Si vivimos amargados buscando eso que falta vamos a estar siempre viviendo la fiesta desde afuera , golpeando las puertas del cielo. Vivimos buscando eso que no existe. La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar, esa amargura nos hace perdernos la fiesta, la fiesta de estar vivos!
Basta de vivir así ! ¿Saben cuál es el problema? El problema es la obsesión que tienen con la felicidad. ¿Por qué no se dejan de corchar con la felicidad? Todos, absolutamente todos están dele que te dele buscando la felicidad ¿Y qué es lo único que encuentran? Amargura. ¿Por qué? Porque esa felicidad que tan obsesionados están buscando es lo que los está torturando en verdad. Viven amargados buscando ese algo que les falta, ese algo que no tienen, ese algo que de tenerlo los haría más felices. Viven en las mismísimas puertas del cielo, siempre ahí a punto de entrar, a punto de llegar, a punto de conseguir esos cinco que faltan para el peso. Siempre ahí apunto de...golpeando las puertas del cielo, tratando de recuperar ese paraíso perdido, queriendo siempre llegar a la felicidad.
Vivimos en las puertas del paraíso y créanme, que si cruzan esa puerta todo se termina. Porque esa felicidad, supuesta, ese cielo, ese paraíso, es que nada falte ¿pero qué pasa? Siempre falta algo. Y está muy bien que sea así, porque eso que nos falta es lo que nos mantiene vivos. La felicidad no es tenerlo todo, la felicidad son esos momentos lindos, fugaces, esos chubasquitos de éxtasis que ocurren muy de cuando en cuando, mientras uno sigue buscando ese algo que falta. Amigos míos, si vivimos siempre amargados buscando eso que nos falta vamos a estar siempre ante las puertas del cielo, siempre mirando la fiesta desde afuera.
La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar. Esa amargura nos hace perder de la fiesta, de la fiesta de estar vivos. Asi que, deja de pensar tanto en la felicidad y el paraíso, mejor sumate a la fiesta que está buena.
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