20 noviembre 2010

Simplificando años

Así fue; con frases, miradas, y esa sonrisa tan particular que te caracterizo toda tu vida. Un trago, calor. Dos tragos, música. Tres tragos; todo lo demás.
En tan poco tiempo cambiaste la rutina diaria. Lo recuerdo como si fuese ayer; eras todo lo que buscaba y a lo que me queria aferrar por el resto de mi vida. Hubo promesas y juramentos, hubo llantos y risas; aunque mas risas de lo común.
¿Que habia que hacer para mantener el equilibrio? Cuidar era la clave, y ahí falle. Tenia miedo de perder todo lo jugado y por no arriesgar termine perdiendolo para siempre de la peor manera.
¿Como salia de esta? Queria la respuesta y nadie me daba una solucion. Busque, probe, cambie. Nada pasó. Todo siguio vacilando. La linea que alguna vez habíamos llevado con los meses se hacia curva; altos, bajos, depresiones. Todo era un malambo de idas y venidas, y ni yo ni vos lo podíamos parar.
Deje que el tiempo decida y el pozo se hiso cada vez mas grande; me estaba por caer lentamente e iba a chocar con el suelo. Seguíamos preguntandonos que hacer y al final alguien nos dio una respuesta. Caminos diferentes, en la misma dirección pero diferentes. Yo por aca, vos por alla. Yo con lo mio, vos con lo tuyo.
Y así estamos, con un poco de rencor, con la alegría de tenernos cerca y tan lejos. Con nuestros chistes de siempre; con el guiño cuando nadie mira. Con tu risa, mas que nada con risa; y con tu mirada que solo yo la entiendo.

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