Hoy aprendí (ademas de las perspectivas cónicas) que la felicidad no es permanente, que solo hay pequeños lapsus en donde nuestra alegría es enorme y que hay que saber disfrutarla.
De lo de mas, se puede estar bien, pero no del todo feliz.
Y acá, escribiendo estas palabras estoy, pensando en mi próximo corto periodo de felicidad extrema.
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