12 junio 2012

Facultad existencial.

Caminando por inercia apago las luces que dejé prendidas cuando me fui corriendo de casa. Siento algo en mi pie: uno de los veinte pegamentos que había en el suelo se había unido a mis medias largas de invierno. Miro la habitación completa y cada uno de los rincones. Cada centímetro cuadrado de este lugar tiene un desorden diferente.

El sueño ya casi ni se siente.
La panza no hace mas ruido.
Los sentidos pierden valor.
Millones de maderas de pino cortadas.
Hojas gigantes llenas de nada.
Un vació existencial.

Vació existencial que se vacía aún mas no cuando no estás sino cuando apareces interrumpiendo cualquier esquema habido y por haber.
Vació existencial que existe no a partir de una ausencia, sino que existe a partir de una presencia distante que lo único que hace es vacilar sobre que hacer de todo esto.
Vació existencial que desaparece cuando sobre la mesa de luz hay 350 paginas de historia para leer.