04 enero 2013

Despues

Estaba sentado en un rincón observando todo. Ibas, venias, reflexionabas. Pasabas tan rápido de una punta a la otra que ni siquiera podía ver tus caras que seguramente estaban llenas de miedo.
Puse en el celular la lista de reproducción de siempre. Esta vez no te hacia tan bien ni escuchar Nirvana al palo ni comer tus asquerosos caramelos media hora. Se me acabaron las posibles soluciones.
Te sigo mirando, desde lejos, riéndome de tus chistes y de lo que va a pasar después.